En las salas limpias de datos, a los editores les resultará más sencillo compartir con los anunciantes datos valiosos que puedan ayudar a optimizar la eficacia de la publicidad. Los anunciantes pueden usar las salas blancas de datos para segmentar los anuncios de forma más eficaz, y los editores pueden utilizarlas para medir la eficacia y proporcionar información más valiosa a sus clientes. Por ejemplo, un anunciante que compra medios de display puede combinar el rendimiento de los anuncios con los datos comprados para entender la eficacia de los medios y asignar su presupuesto a las redes que ofrezcan los mejores resultados.

Los comercios que venden productos de gran consumo (CPG) tienen ingentes cantidades de datos de transacciones, lo cual es muy útil para las empresas de CPG que no suelen tener datos de ventas para mostrar el recorrido completo del cliente. Al combinar los datos de ventas en tiendas con datos propios de CPG, las grandes marcas y fabricantes pueden mejorar la segmentación de las campañas para mejorar las ventas. Además, los comercios pueden monetizar los datos de clientes conservando su propiedad y privacidad.

Las empresas con equipos distribuidos pueden usar salas blancas para facilitar el uso compartido de datos internos respetando la privacidad. Algunos ejemplos de casos prácticos son trabajar con datos sensibles de los empleados o de RR. HH., o bien con datos sanitarios sensibles.