Como las bases de datos son fundamentales para las operaciones empresariales, deben proporcionar un rendimiento adecuado y un tiempo de inactividad estrictamente limitado.
Con una base de datos autoadministrada, tu equipo interno es responsable de todas las tareas de administración y mantenimiento. Puede ser difícil encontrar administradores de bases de datos con las calificaciones adecuadas para mantener una base de datos de nivel empresarial. Esto es particularmente cierto para las empresas pequeñas y medianas que no tienen recursos de TI profundos, pero también puede afectar a las empresas más grandes con flotas de bases de datos grandes y complejas.
La autogestión requiere una inversión de tiempo significativa, que de otro modo podría destinarse a actividades diferenciadas, como el desarrollo de aplicaciones, el diseño arquitectónico y el análisis de datos. Con el tiempo, la autoadministración de bases de datos genera un aumento de los costos, además del costo de oportunidad que se resta a la innovación. Cuando las tareas de mantenimiento se realizan de forma manual, aumenta la posibilidad de cometer errores, en especial en las tareas rutinarias que los sistemas automatizados realizan de forma más confiable.
Además, escalar una base de datos autoadministrada puede ser difícil y requerir muchos recursos. En el caso de las soluciones locales, los aumentos en las necesidades de procesamiento, almacenamiento o redes pueden requerir recursos de hardware adicionales. Según el tipo de base de datos, aumentar el volumen de transacciones requerirá optimizaciones para mantener el rendimiento.
