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¿Qué es una nube pública?

La nube pública es un tipo de computación con la que los proveedores externos proporcionan recursos a través de Internet y los comparten las organizaciones y las personas que quieren utilizarlos o comprarlos. Algunos recursos públicos de cloud computing están disponibles de forma gratuita, mientras que los clientes pueden pagar otros recursos mediante suscripciones o modelos de pago por uso. 

Desde servicios en inteligencia artificial y herramientas para desarrolladores hasta soluciones de almacenamiento y computación para prácticamente cualquier carga de trabajo, la nube pública ayuda a las empresas a sacar el máximo partido a las tecnologías vanguardistas y a alcanzar una escala mundial sin asumir los costes y el esfuerzo ellos mismos.

Las nubes públicas contrastan con los modelos de nube privada, en los que los recursos solo están disponibles para una única organización y el centro de datos se gestiona on‑premise o fuera de las instalaciones por parte de un proveedor. Las organizaciones que buscan una alternativa a las arquitecturas de TI on‐premise tradicionales u otros tipos de computación en la nube disponen de escalabilidad casi infinita y satisfacer las necesidades de los usuarios y las cargas de trabajo. 

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Definición de nube pública

Una nube pública es un modelo de TI en el que los proveedores de servicios en la nube pública ofrecen servicios de computación, como computación y almacenamiento, así como entornos de desarrollo y despliegue, y aplicaciones a la carta para organizaciones y personas por Internet. 

Nube privada frente a nube pública

La principal diferencia entre la nube pública y la nube privada es el lugar en el que se aloja y quién es el responsable de gestionarla. En la nube pública se usa una infraestructura compartida, mientras que en las nubes privadas se usa la infraestructura dedicada de tu organización. Otros modelos comunes de nube son la nube híbrida, que combina nubes públicas y privadas, y entornos multinube, donde los clientes utilizan servicios en la nube que abarcan varias nubes públicas.

Las plataformas de nube pública, como Google Cloud, ofrecen recursos a centros de datos distribuidos por todo el mundo a los que pueden acceder varias empresas y usuarios desde Internet. Los proveedores de servicios en la nube pública son los responsables de gestionar y mantener la infraestructura subyacente, no de un equipo interno. En consecuencia, los servicios en la nube pública reducen los costes operativos de TI y dedican más tiempo a los equipos para que se centren en las tareas importantes que benefician directamente a las empresas.

Un ejemplo de nube pública común es considerarla como alquilar un apartamento: 

  • Pagas el alquiler de una sola unidad.
  • El administrador del edificio se encarga del mantenimiento.
  • Compartes el espacio en general con otros propietarios y tus pertenencias están protegidas.

La nube privada es como tener una casa con tu espacio personal, pero también te encargas personalmente del mantenimiento general. Sin embargo, hay casos en los que las empresas pueden elegir una nube privada para cumplir determinados requisitos, como el cumplimiento de requisitos específicos del sector o de la región, y la soberanía de los datos.   

Un factor clave de esta lógica es que la propiedad no puede escalarse de forma elástica, al contrario que los recursos de la nube. A diferencia de lo que ocurre con el alquiler de un apartamento de tamaño fijo, puedes escalar fácilmente un apartamento en la nube pública a una mansión si quieres crear una fiesta para un millón de personas y volver a desescalarlo a un apartamento al día siguiente. 

Lo mismo sucede con las casas que tienes: solo se pueden ampliar mediante una reforma. La nube privada requiere una compra de hardware para satisfacer la demanda, así como el coste de las licencias necesario para las aplicaciones de software. Del mismo modo, una pila de TI on‐premise no permite gestionar fácilmente los aumentos del tráfico sin que el personal tenga que comprar e instalar nuevos recursos (que podrían no utilizarse hasta que se vuelva a producir el fallo o caigan en deuda técnica). 

La nube pública te permite escalar automáticamente tus recursos de computación y de almacenamiento, así como los servicios y la seguridad que necesitas.

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