Un servidor privado virtual, también denominado VPS, actúa como un entorno virtual aislado en un servidor físico, que es propiedad y está operado por una nube o un proveedor de alojamiento web. Los VPSs usan tecnología de virtualización para dividir una sola máquina física en varios entornos de servidor privados que comparten los recursos.
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Un servidor privado virtual (VPS) es una máquina virtual que proporciona recursos de servidor virtualizados en un servidor físico que se comparte con otros usuarios. Con el alojamiento de VPS, obtienes un espacio de servidor dedicado con una cantidad reservada de recursos, por lo que tendrás más control y opciones de personalización que en el alojamiento compartido.
Aunque estés compartiendo un único servidor físico con otros usuarios, un VPS simula un entorno de alojamiento de servidor dedicado. Tu proveedor de alojamiento instala un hipervisor (una capa virtual) sobre el sistema operativo del servidor físico, que lo divide en compartimentos virtuales. Esta capa permite que cada compartimento ejecute sus propios software y sistema operativo, lo que permite que cada entorno funcione de forma independiente entre sí.
Aunque técnicamente estás compartiendo los recursos con otros usuarios, tus recursos están garantizados. Solo pagas por una cantidad determinada, que se asigna a tu VPS y no puede utilizarla otra cuenta.
A continuación, te presentamos una analogía para que entiendas mejor las diferencias entre una VPS y un servidor designado:
Piensa que tener un servidor de VPS es como si reservas un salón privado en un restaurante para celebrar tu cumpleaños. En vez de comer en una mesa del restaurante principal con otros clientes (servidor compartido), puedes disfrutar de una experiencia de restauración independiente en un espacio privado que se puede personalizar según tus necesidades.
Tienes a tu disposición todos los asientos, mesas, platos y cubiertos que necesitas para organizarlos como quieras. Puedes solicitar otro menú o una bebida especial que tus invitados puedan pedir según sus gustos. No obstante, compartes la cocina, el personal y otros servicios con otros clientes del restaurante.
Un servidor dedicado es como alquilar todo un recinto y contratar a una empresa de catering y de eventos. Tienes el control total sobre todos los aspectos de tu fiesta, y todos los recursos se reservarán exclusivamente para tus invitados, pero también serán muy caros.
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