Las máquinas virtuales proporcionan una versión abstracta de todo el hardware de una máquina física, que incluye la CPU, la memoria y el almacenamiento. Los contenedores son instancias de software portátiles con sus dependencias que se ejecutan en una máquina física o virtual.
Las máquinas virtuales acceden al hardware de una máquina física a través de un hipervisor. El hipervisor crea una capa de abstracción que permite a la VM acceder a la CPU, la memoria y el almacenamiento. Por el contrario, los contenedores representan un paquete que incluye un ejecutable con las dependencias que necesita para ejecutarse.
Esto significa que cada contenedor comparte el hardware de la máquina física y el kernel del sistema operativo con otros contenedores.
Por eso, las máquinas virtuales suelen consumir más recursos que los contenedores. Sin embargo, las máquinas virtuales también proporcionan un alto nivel de aislamiento, que puede ser importante por motivos de seguridad y cumplimiento. Los contenedores son más ligeros y portátiles que las máquinas virtuales. Por eso son una buena opción para las aplicaciones que tienen que desplegarse de forma rápida y sencilla y en las que hay que optimizar la computación.
Los contenedores son imágenes ejecutables ligeras, portátiles e independientes que contienen aplicaciones de software y sus dependencias. Se utilizan para desplegar y ejecutar aplicaciones de manera uniforme en diferentes entornos, como el desarrollo, el staging y la producción. Los contenedores se suelen desplegar a partir de una imagen mediante una plataforma de orquestación como Kubernetes. Estas plataformas permiten gestionar y desplegar contenedores a escala.
Los contenedores tienen varias ventajas con respecto a los métodos de virtualización tradicionales. Como son más ligeros y portátiles que las máquinas virtuales, los contenedores admiten la descomposición de un monolito en microservicios. Los contenedores se gestionan y despliegan más rápidamente que las máquinas virtuales, lo que permite ahorrar tiempo y dinero al desplegar aplicaciones.
Las máquinas virtuales (VMs) o los invitados representan instancias de un sistema operativo coubicadas en una máquina física mediante el uso de un hipervisor. Cada máquina virtual tiene su propio sistema operativo, memoria y otros recursos, que están aislados de las demás máquinas virtuales en el mismo ordenador físico. Esto permite que varios sistemas operativos se ejecuten en los mismos componentes físicos sin interferir entre sí.
Las máquinas virtuales se crean y gestionan con software de hipervisor. Un hipervisor es un software que administra los recursos de un ordenador físico y los asigna a máquinas virtuales.
Los contenedores son una opción popular para una amplia variedad de casos prácticos, entre los que se incluyen los siguientes:
Los contenedores son una potente herramienta que puede utilizarse para mejorar el desarrollo, el despliegue y la gestión de aplicaciones. Son una buena opción para una gran variedad de casos prácticos y son cada vez más populares en el sector del cloud computing.
Las máquinas virtuales son una opción popular para una gran variedad de casos prácticos, entre los que se incluyen:
Las máquinas virtuales son herramientas potentes que se pueden utilizar para varios fines. Son una forma rentable de ejecutar varios sistemas operativos y aplicaciones en el mismo ordenador, y se pueden utilizar para probar software nuevo en un entorno seguro.
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