El alojamiento de sitios web es un servicio que permite que tu sitio web sea visible para los usuarios de Internet.
Un proveedor de alojamiento web te ofrece espacio en un servidor, que es un ordenador potente que está siempre encendido y conectado a Internet, donde se almacenan todos los archivos que componen tu sitio web. Es como alquilar un terreno en Internet donde puedes construir tu casa (tu sitio web).
Todos los sitios web que has visitado alguna vez están alojados en un servidor. Cuando compras un plan de alojamiento, básicamente estás alquilando espacio en uno de estos servidores. Este espacio es donde se almacenan todos los datos de tu sitio web, como el código, las imágenes, los vídeos y el texto. La empresa de alojamiento es la responsable de que ese servidor funcione correctamente, de protegerlo frente a amenazas de seguridad y de asegurarse de que, cuando alguien escriba el nombre de tu dominio, los archivos de tu sitio web se envíen a su navegador. Sin un alojamiento web, tu sitio web sería solo una colección de archivos en tu ordenador personal, invisible para el resto del mundo.
Para que tu sitio web sea visible en todo el mundo, debes seguir algunos pasos clave que funcionan en conjunto. A continuación, te mostramos un resumen sencillo del proceso:
Registrar un nombre de dominio | En primer lugar, debes elegir y registrar un nombre de dominio, que es la dirección única de tu sitio web en Internet (por ejemplo, tusitio.com). Así, te encontrarán los usuarios. |
Elegir un alojamiento web | Después, seleccionas un alojamiento web y un plan de alojamiento, que es el servicio que proporciona el espacio físico en un servidor para almacenar todos los archivos de tu sitio web. |
Subir archivos de tu sitio web | Una vez que hayas configurado el alojamiento, sube todos los archivos que componen tu sitio web (como las páginas HTML, las imágenes y el código) al servidor del alojamiento. |
Conectarse mediante DNS | El sistema de nombres de dominio (DNS) es como la libreta de direcciones de Internet. Cuando alguien escribe el nombre de tu dominio en su navegador, el DNS busca la dirección IP del servidor correcto y dirige el navegador a él. A continuación, el servidor envía los archivos de tu sitio web al ordenador del usuario y tu sitio aparece en su pantalla. |
Registrar un nombre de dominio
En primer lugar, debes elegir y registrar un nombre de dominio, que es la dirección única de tu sitio web en Internet (por ejemplo, tusitio.com). Así, te encontrarán los usuarios.
Elegir un alojamiento web
Después, seleccionas un alojamiento web y un plan de alojamiento, que es el servicio que proporciona el espacio físico en un servidor para almacenar todos los archivos de tu sitio web.
Subir archivos de tu sitio web
Una vez que hayas configurado el alojamiento, sube todos los archivos que componen tu sitio web (como las páginas HTML, las imágenes y el código) al servidor del alojamiento.
Conectarse mediante DNS
El sistema de nombres de dominio (DNS) es como la libreta de direcciones de Internet. Cuando alguien escribe el nombre de tu dominio en su navegador, el DNS busca la dirección IP del servidor correcto y dirige el navegador a él. A continuación, el servidor envía los archivos de tu sitio web al ordenador del usuario y tu sitio aparece en su pantalla.
Hay varios tipos de alojamiento web, cada uno diseñado para satisfacer diferentes necesidades, desde un pequeño blog personal hasta una aplicación empresarial a gran escala.
Esta es la opción más común y, a menudo, la más asequible, en la que compartes los recursos de un servidor (como la memoria y la potencia de procesamiento) con cientos o incluso miles de sitios web. Puede ser un buen punto de partida para sitios web, blogs o pequeñas empresas con poco tráfico.
Con el alojamiento dedicado, alquilas un servidor físico completo solo para tu sitio web. Esta opción te ofrece el máximo control, rendimiento y seguridad, pero también puede ser la más cara. Normalmente, la usan grandes empresas con un tráfico muy elevado.
Un VPS es un punto intermedio entre el alojamiento compartido y el dedicado. Aunque sigues compartiendo un servidor físico con otros usuarios, se te asigna tu propia partición virtual dedicada con recursos garantizados. Esto proporciona más potencia y flexibilidad que el alojamiento compartido sin el coste superior de un servidor dedicado.
El alojamiento en la nube utiliza una red de servidores virtuales y físicos conectados que funcionan conjuntamente para alojar un grupo de sitios web. Esta configuración ofrece una flexibilidad y una escalabilidad increíbles, ya que puedes añadir o quitar recursos más fácilmente según la demanda. Puede ser una opción excelente para sitios web con tráfico fluctuante, ya que, a menudo, solo pagas por los recursos que utilizas. Estos son algunos ejemplos de sitios que pueden beneficiarse más del alojamiento en la nube:
La principal diferencia entre el alojamiento en la nube y el alojamiento tradicional radica en su estructura, escalabilidad y precios. Mientras que el alojamiento tradicional vincula tu sitio web a un solo servidor, el alojamiento en la nube utiliza una red de servidores para ofrecer mayor flexibilidad y fiabilidad.
Función | Alojamiento tradicional (compartido, VPS o dedicado) | Alojamiento en la nube |
Arquitectura | Depende de un único servidor centralizado. Si ese servidor falla, tu sitio deja de funcionar. | Usa una red distribuida de servidores. Si un servidor falla, otro toma el relevo automáticamente. |
Escalabilidad | Los recursos son fijos. El escalado suele requerir una actualización manual del plan y puede provocar periodos de inactividad. | Los recursos son elásticos. Puedes escalar o reducir verticalmente los recursos casi al instante para adaptarte a los cambios en el tráfico. |
Modelo de precios | Normalmente, se trata de una cuota mensual o anual fija, independientemente de la cantidad de recursos que utilices. | Suele ser un modelo de pago por uso. Solo pagas por los recursos que consumes. |
Fiabilidad | El tiempo de funcionamiento depende del estado de una sola máquina física. | Por lo general, ofrece mayor tiempo de funcionamiento y fiabilidad gracias a su red redundante de varios servidores. |
Función
Alojamiento tradicional (compartido, VPS o dedicado)
Alojamiento en la nube
Arquitectura
Depende de un único servidor centralizado. Si ese servidor falla, tu sitio deja de funcionar.
Usa una red distribuida de servidores. Si un servidor falla, otro toma el relevo automáticamente.
Escalabilidad
Los recursos son fijos. El escalado suele requerir una actualización manual del plan y puede provocar periodos de inactividad.
Los recursos son elásticos. Puedes escalar o reducir verticalmente los recursos casi al instante para adaptarte a los cambios en el tráfico.
Modelo de precios
Normalmente, se trata de una cuota mensual o anual fija, independientemente de la cantidad de recursos que utilices.
Suele ser un modelo de pago por uso. Solo pagas por los recursos que consumes.
Fiabilidad
El tiempo de funcionamiento depende del estado de una sola máquina física.
Por lo general, ofrece mayor tiempo de funcionamiento y fiabilidad gracias a su red redundante de varios servidores.
Elegir el alojamiento web adecuado puede ser crucial para el éxito de tu sitio web. Estas son algunas de las funciones clave que debes buscar.
Fiabilidad (tiempo de funcionamiento)
El tiempo de funcionamiento es el porcentaje de tiempo que tu sitio web está online y accesible. Busca un alojamiento que asegure al menos un 99,9 % de tiempo de funcionamiento, ya que cualquier porcentaje inferior puede hacer que pierdas visitantes e ingresos.
Escalabilidad
Tu plan de alojamiento debería poder crecer a la par que tu sitio web. Un buen alojamiento suele ofrecer una forma sencilla de mejorar tus recursos a medida que aumenta el tráfico, sin causar un periodo de inactividad significativo.
Seguridad
Las medidas de seguridad sólidas son innegociables. Tu alojamiento debería ofrecer funciones como cortafuegos, análisis de malware y certificados SSL sin coste para proteger tu sitio y los datos de tus visitantes.
Asistencia técnica
Cuando algo va mal, necesitas ayuda rápida y útil. Busca un alojamiento que ofrezca un servicio de atención al cliente las 24 horas a través de varios canales, como chat en directo, teléfono o correo electrónico.
Cloud Run es una plataforma sin servidor totalmente gestionada que puede ser una opción excelente para alojar sitios web y aplicaciones modernos. Como es un modelo sin servidor, no tienes que preocuparte de gestionar la infraestructura: Google Cloud puede encargarse de todo. Además, se escala automáticamente, desde cero hasta miles de solicitudes, lo que garantiza que solo pagues cuando tu código se esté ejecutando.
Antes de poder desplegar nada, necesitas un proyecto de Google Cloud. Puedes crear uno desde la consola de Google Cloud. Este proyecto será el lugar central donde se organizarán todos tus recursos en la nube.
Cloud Run funciona con contenedores, que son paquetes que agrupan el código de tu aplicación con todas sus dependencias. Con una herramienta como Docker, creas una "imagen de contenedor" de tu sitio web y la subes a un registro de imágenes, como Artifact Registry de Google.
Ahora que tienes la imagen de contenedor en un registro, puedes desplegarla como un servicio en Cloud Run. Puedes hacerlo a través de la consola de Cloud o con la herramienta de línea de comandos gcloud. Durante el despliegue, puedes configurar ajustes como los límites de memoria y las variables de entorno.
Una vez que se haya desplegado tu servicio, Cloud Run le asignará una URL predeterminada. Para usar tu propio nombre de dominio (como www.tusitio.com), puedes asignarlo fácilmente a tu servicio de Cloud Run directamente desde la consola de Google Cloud.
Empieza a crear en Google Cloud con 300 USD en crédito gratis y más de 20 productos Always Free.