Registro de datos

Google trabaja continuamente para mejorar sus productos, incluido el uso de datos de clientes para definir mejor esos productos cuando los clientes habilitaron esta opción.

De forma predeterminada, Speech-to-Text no registra datos ni transcripciones o datos de audio del cliente. Sin embargo, para que Speech-to-Text se adapte mejor a tus necesidades, puedes participar en el programa de registro de datos. Este programa permite que Google use los datos de los clientes registrados para definir mejor y mejorar la calidad del servicio de Speech-to-Text y, a cambio, obtienes acceso a precios con descuento.

Seguridad y privacidad de los datos

Cuando aceptas participar en el programa de registro de datos, Google no registra los datos del cliente: Google solo usa los datos enviados a Speech-to-Text en el proyecto que tiene habilitado el registro de datos. Puedes seguir usando otros proyectos de Google Cloud sin el registro de datos habilitado. Google solo usa los datos que envías a esos proyectos según sea necesario para proporcionar el servicio.

Continúas manteniendo la propiedad total de todos los datos que subes a un proyecto con el registro de datos habilitado. Sin embargo, Google conserva la propiedad de los modelos entrenados a partir de esos datos. Si deseas obtener más detalles sobre los términos y las condiciones del registro de datos, consulta los términos de aceptación para el registro de datos.

Solo un conjunto limitado de empleados y contratistas autorizados de Google tienen acceso a los datos de los clientes recopilados a través del registro de datos, y Google usa estos datos únicamente para entrenar y mejorar sus productos y servicios. Google no usa los datos de los clientes ni la información de identificación personal que se incluye en los datos de los clientes registrados para segmentar productos, servicios o publicidad hacia los clientes o los usuarios de los clientes.

Para obtener más información sobre las políticas de seguridad de Google, consulta Informe técnico de seguridad de Google Cloud.

¿Qué sigue?