Prepararse para la gestión del ciclo de vida de las aplicaciones

Las jerarquías de recursos en la nube tradicionales pueden ocultar las relaciones entre recursos y complicar las tareas operativas. Organizar los recursos en aplicaciones y gestionarlos por funciones empresariales puede ayudarte a superar esos retos y a obtener una visión clara de las interacciones de la infraestructura.

En esta guía se describen los flujos de trabajo que puedes usar para diseñar, desplegar y mantener aplicaciones. Te recomendamos estos flujos de trabajo para que puedas gestionar tus recursos de Google Cloud como unidades lógicas que se ajusten a la estructura de tu empresa. Puedes aplicar estas prácticas tanto si vas a implementar una nueva infraestructura de aplicaciones como si vas a organizar los recursos que ya tienes en aplicaciones.

La base del enfoque de gestión de aplicaciones que se propone en esta guía es la carpeta habilitada para aplicaciones o el proyecto host, según tu modelo de configuración. Estos recursos actúan como límite administrativo de tus aplicaciones y sirven como repositorio central de todos los metadatos de tus aplicaciones, lo que proporciona una experiencia unificada en varias herramientas.

Para obtener más información sobre los productos, conceptos y funciones clave que te permiten gestionar aplicaciones en Google Cloud, consulta Google Cloud centrado en las aplicaciones.

En los casos prácticos que se describen en esta guía se utilizan dos productos principales: Google Cloud

  • App Hub: el registro central de todas tus aplicaciones, que ofrece visibilidad de sus servicios y cargas de trabajo, y permite la gobernanza a nivel de aplicación.
  • Centro de diseño de aplicaciones: tu lienzo para diseñar, crear y desplegar nueva infraestructura de aplicaciones mediante plantillas preaprobadas y la infraestructura como código (IaC).

Estos productos funcionan conjuntamente para ofrecer una transición fluida desde el diseño y la agrupación hasta la implementación y las operaciones continuas. Elige uno de los siguientes casos que mejor se adapte a tu objetivo:

  • Registrar recursos para crear una aplicación: agrupa los servicios y las cargas de trabajo de tu infraestructura de nube en una aplicación para obtener visibilidad, gobernanza y control operativo unificados. Esta opción te permite empezar a gestionar tus recursos actuales como unidades lógicas.
  • Crear aplicaciones a partir de plantillas publicadas: implementa una infraestructura de aplicaciones nueva y estandarizada con plantillas predefinidas, lo que garantiza el cumplimiento de las prácticas recomendadas de la organización y proporciona visibilidad inmediata.
  • Crea una plantilla reutilizable a partir de una aplicación en ejecución: captura la arquitectura de una aplicación en ejecución que funciona correctamente como una plantilla reutilizable y controlada para permitir que otros equipos y nuevas aplicaciones realicen implementaciones de autoservicio coherentes y conformes.
  • Optimizar una aplicación con recomendaciones de diseño: analiza la arquitectura de una aplicación con estadísticas de aplicaciones y recomendaciones de diseño. Después, modeliza e implementa cambios en la arquitectura en Application Design Center para mejorar los costes, la seguridad o el rendimiento.

Aunque estos son los casos prácticos recomendados, puedes adaptar las funciones y las capacidades del producto a tus necesidades específicas.